miércoles, 17 de junio de 2009

El Museo Gráfico El Peruano es un museo de la ciudad de Lima, en su interior podemos encontrar muestra de una parte importante del acontecer gráfico, literario e histórico del país, y a su vez de aquella ciudad emergente con ansias de modernización; las máquinas de impresión del diario, tecnología de diferentes épocas; las noticias guardadas, las fotografías de momentos y personajes; básicamente son testigos del proceso de cimentación de la república y que da cuenta de quienes fuimos, además de hacernos reflexionar sobre quienes somos.
Algo al parecer continúa sucediendo al salir de este calmo recinto: aun sin su didáctica organización ni su planeamiento, podemos lograr encontrar, si vemos bien al cruzar las puertas del museo, lo que nos cuenta la ciudad; su arquitectura, su paisaje sobre este proceso del pasado a la realidad.
¿Pero, cómo y cuándo fue que la ciudad se volvió este inmenso y caótico espacio entorno de este impecable y organizado museo?
Jirón Quilca 553, ubicación del Museo Gráfico está a poco menos de media cuadra de la Avenida Alfonso Ugarte, probablemente fue un lugar mucho más amable en los años cincuenta, época en que el diario oficial se trasladara a este entonces nuevo local. Es por ello históricamente significativo que este local albergue ahora esta colección. Además, es el pequeño vecino de un singular y moderno edificio de Editora Perú construido en los años setenta, local de las oficinas administrativas y que se encuentra en plena esquina entre Quilca y Alfonso Ugarte.
Hacia la avenida o hacia el jirón, podemos observar cómo la situación de sus calles es producto de una continuidad de sucesos, razones, decisiones o falta de ellas, de sus pobladores y autoridades. Analizar este entorno con tantas variantes en cuanto a sus edificaciones y espacios, nos puede remitir valiosa información para entendernos hoy y saber que nos toca hacer.


I. Información puntual respecto del Museo Gráfico El Peruano

• El Museo Gráfico el Peruano fue inaugurado el 30 de Diciembre de 1999. Funciona en la antigua sede del diario oficial en Jr. Quilca 556 en la primera planta de un edificio de dos pisos, remodelada y acondicionada para albergar los importantes documentos que se emitieron desde nacida la República Peruana: patrimonio gráfico, tipográfico, literario e histórico, que constituye un homenaje a Simón Bolívar quien fundó el diario. Da información de más de 180 años de acontecimientos.
• El diario El Peruano editado por la Empresa Peruana de Servicios Editoriales S.A - EDITORA PERÚ, empresa del Estado de derecho privado, parte del Sistema Nacional de Información creado mediante el Decreto Ley Nº 20550, del 5 de marzo de 1974, y que incluía bajo una misma dirección los diferentes medios de comunicación colectiva del Estado, la mayoría de los cuales regresarían a manos privadas tras la salida del régimen militar del poder en 1980 al devolverse los medios estatizados.
• En 1950 se mudó al nuevo local: la quinta cuadra del jirón Quilca, en el centro de Lima, sede que posee hasta hoy como área del museo. En los años setenta se construyó el edificio esquina de Jr. Quilca con Av. Alfonso Ugarte que actualmente ocupa la administración del diario.
• El Director actual del museo es el periodista Sr. José Cossío quien también realiza el servicio de guías; este servicio es gratuito. El Museo es visitado por numeroso público de lunes a sábados.
• El Museo se encuentra ubicado en la llamada microzona del Centro Histórico que posee una superficie de influencia aproximada de 9.0 km2, que esta comprendida entre el Jr. Huanta, Av. Grau, Paseo de la República, Av. 28 de Julio, Av. Guzmán Blanco, Av. Alfonso Ugarte y la Rivera del Río Rímac. Ambientalmente es la zona más problemática del centro, allí se confunden actividades comerciales, de prestación de servicios, administrativas, culturales, y financieras.


II. El inmueble que ocupa el Museo Gráfico El Peruano.

El lugar que actualmente ocupa este museo no es considerado patrimonio histórico o cultural, sin embargo es significativo ya que este es el edificio donde se encontraba el área de impresión del diario desde los años cincuenta.
La idea de hacer un museo parte de la necesidad de mejorar su imagen institucional. La función que cumple en la ciudad es dar a conocer parte de la historia del país a través de su colección.
El local que se encuentra en muy buen estado internamente, es un edifico de dos pisos, su fachada pintada de gris luce algo descuidada, su forma es sencilla, simétrica, con tres ventanas en el segundo piso. El primer piso está pintado de blanco y azul y da cuenta de pertenecer a otra institución. La puerta de entrada es de fierro forjado protegida con vidrio tipo catedral.


Plano de planta
Museo gráfico






La distribución del museo está organizada en salas que se conectan por puertas del mismo estilo que la principal, así como las escaleras y otros elementos más que hacen un conjunto armonioso y unificado.












Puertas de acceso al
Segundo ambiente





Iluminación del local

El local, de techos altos, para poder albergar adecuadamente la maquinaria de la industria gráfica
que se usó en diferentes tiempos republicanos y que actualmente está en exhibición, es iluminado mediante luz cenital y luz artificial (fluorescentes) de acuerdo a la zona y para la observación adecuada y conservación de la colección.

















El local remodelado completamente hace diez años, además está pintado con colores contrastantes que ayudan a lograr un ambiente más acogedor.
El local también cuenta con un espacio que brinda eventuales exposiciones artísticas.


III. Para entender su entorno

El Museo Gráfico, a pesar de su ubicación recibe según los meses y actividades una buena proporción de visitantes entre escolares, estudiantes de diseño, periodismo, invitados especiales del diario entre otros. Algunas fechas han tenido que limitar la cantidad de visitantes a cuarenta por día ya que prácticamente es una sola persona la encargada y no podría darse a basto. Esto de alguna manera da cuenta de que es un museo importante para movilizar la zona, un espacio cultural dentro de un entorno desprestigiado, a pesar de haber mejorado muchísimo si se compara con su situación de los ochentas, según los conocedores.
El Jirón Quilca del Museo (cuadra cinco) actualmente no se relaciona con el movimiento cultural sub de las primeras cuadras, la zona es más bien de vivienda con algunos comercios y otras actividades. Desde la esquina, donde se encuentra el interesante edificio de Editora Perú (torre sobre una plataforma y de vano continuo) edificado en los años setenta, vemos una serie de edificios de diferentes épocas y estilos que están lejos de hacer una unidad. La mayoría parece ser de mediados del XX para adelante, muy pocos son mayores.






Edificio moderno de oficinas de Editora Perú, al fondo Museo















Del museo para la
Plaza San Martín




Como antecedentes sobre Quilca podemos mencionar que el trazado del actual Jirón Quilca data de la época anterior al virreinato. Fue como algunos otros, camino conocido de indios, luego al resolverse la organización de la ciudad se respetó ese trazado a pesar de su orientación diagonal con relación al centro. Según Bromley,(2005) en el documento sobre las viejas calles de Lima, sucedió en 1861, después de varios intentos, (el primero ya propuesto en 1857 por Don Manuel Atanasio Fuentes, propulsor y organizador de El Peruano y de la imprenta del Estado), es que finalmente se modificara la nomenclatura urbana que desechaba las antiguas designaciones por cuadra haciendo que la serie de calles se unificara. Los nombres propuestos deberían corresponder a los personajes y acontecimientos de la historia nacional, propuesta propia del nacionalismo de la época. Jirón Quilca fue entonces el nuevo nombre que obtuvieron las antiguas cuadras de 1787, Iturrizaga o Iturrizara, San Jacinto, Alfarero, Fábrica de Gas anteriormente divididas en cuarteles y barrios y que adquirieran sus nombres particulares de la improvisación popular, por los nombres propios de los señores, de los oficios o de las actividades conocidas del lugar que fueran aceptados por las ordenanzas municipales anteriores. Esta zona que estaba cercana a la muralla fue en los siglos XVII y XVIII fue considerada las afueras de la ciudad, terrenos rústicos constituidos por huertas, otros sembríos y solares a medio construir.





Plano de
1770
muestra
Quilca con
construcciones
hasta la salida
de San Jacinto






Ya en el XIX, aparece el ferrocarril en la ciudad, inicios que se remontan a 1833 cuando el gobierno de Orbegoso publicó un aviso en el periódico El Conciliador (nombre que por algún tiempo llevó El Peruano) convocando a su construcción.
El gobierno aprobó su propuesta el 20 de marzo de 1834, pero la obra no se inició. Su construcción dispuesta por Castilla el 14 de noviembre de 1845, inició la era de los ferrocarriles en el país. Meses después de comenzados los trabajos, en 1850, los trenes hicieron el recorrido partían de la referida plaza San Martín, que se llamada de la Mincheo, seguía por el jirón Quilca, continuaba por Zorritos y después por la Av. Colonial, hacía su entrada al Callao. Entre 1851 y 1860 transportó un total de seis millones de pasajeros, es decir más de tres veces la población del país en ese tiempo. Al construirse la plaza San Martín en los años de 1920, la estación pasó a estar entre los jirones Quilca y Chota, calle San Jacinto y el nombre se cambió a ferrocarril de carga al Callao de la empresa The Lima Railways, formada en 1865.









Plano de R.
Hausermann
1896 1896.

Salida del
Ferrocarril inglés






Ya en el XX existieron dos interurbanos de tracción a sangre, antes de los interurbanos eléctricos: el de Barranco- Chorrillos y el de Lima-Magdalena; este ultimo tenia su estación inicial en la esquina de la calle Belén (jirón de la Unión) y la calle alfareros (jirón Quilca) era tirado por dos mulas y poseía una capacidad de 16 pasajeros, el recambio de mulas se realizaba a la altura de la que fue posteriormente (1905) la Plaza Bolognesi y en la Estación de destino cerca de la Quinta de Bolívar
En los últimos años, desde el gobierno municipal del Sr. Alberto Andrade se han desarrollado algunos proyectos de gestión para mejorar el ornato y la seguridad del Quilca más cercano a la Plaza San Martín, algunos llevados son aciertos, para hacerlo más seguro y atractivo para los visitantes y compradores de libros sin que pierda su imagen digamos, bohemia, esta es tarea que debe ser urgentemente cumplida.

Siguiendo la ruta opuesta a media cuadra nos encontramos con la avenida Alfonso Ugarte, uno de los corredores viales más importantes de la ciudad.







Vista desde
Jr. Quilca hacia la avenida Alfonso Ugarte







Vista de la ciudad.
Av. Alfonso Ugarte desde la altura de Quilca








Como antecedentes de la Av. Alfonso Ugarte podemos decir que Lima era una ciudad amurallada todavía en 1862. Es el 2 de diciembre de 1869 cuando el presidente José Balta firma el decreto por el que se establece la demolición de las murallas, para dar paso al crecimiento urbano. En 1878, el viajero Edmundo Cotteau hace referencia a que las murallas habían sido demolidas para dar paso a nuevas calles. Hubo que transcurrir dos siglos para que la ciudad sintiera las primeras necesidades de su falta de espacio edificable.
El famoso Enrique Meiggs, fue encargado por el gobierno del Presidente Balta de demoler las murallas, obra que realizó entre los años 1868 y 1870 por la cantidad de 210.990.16 soles. Como el espacio que ocupaban las murallas no era suficiente para construir una avenida de 50 metros de ancho, la de Circunvalación, Meiggs fue autorizado por el gobierno para adquirir los terreno aledaños. La demolición de los muros de Lima abrió la oportunidad de observar un desarrollo urbano que vinculó Lima con otros sub-centros urbanos, Lima mutó de una condición de ciudad antigua en situación no urbanizada hacia una condición de aglomeración urbana preparada para recibir las innovaciones que trajo el proceso de urbanización en materia de movilidad espacial. ( Bromley, 2005 )
La primera gran transformación de Lima, en la época republicana, se dio entre finales del siglo XIX e inicios del XX; es decir, entre el gobierno de Nicolás de Piérola y el Oncenio de Leguía. Uno de los puntos centrales de dicho reordenamiento fue el trazado de nuevas avenidas con objetivos muy específicos. Unas eran de “circunvalación” y otras de “contacto”. La gran avenida llamada Alameda de circunvalación, construida sobre el trazo de las antiguas murallas, fue el eje que comenzaba en la avenida Grau, seguía por el Paseo Colón y culminaba en la avenida Alfonso Ugarte (inaugurada en 1928) y en la Plaza 2 de Mayo. La Brasil, en cambio, era una avenida de “contacto”(como la Arequipa o la Colmena).
Alfonso Ugarte fue transformada en un elegante paseo. Al ser inaugurada en 1928, constituyó una de las mejores arterias interiores de Sudamérica, inspirándose en los bulevares del París Hausmaniano.

Av. Alfonso Ugarte. El primer tramo de la Alameda de Circunvalación estuvo convertido en polvorienta carretera con dos hileras de árboles mal cuidados, hasta el año 1926 en que la alcaldía del Sr. F. Dasso resolvió transformarla en elegante paseo. El proyecto y la dirección de los trabajos corrieron a cargo del ingeniero municipal Sr. Enrique Bianchi, siendo contratista el Sr. Marco Pérez. La longitud la avenida, desde la plaza 2 de Mayo hasta la Plaza Bolognesi, es de 1 Km. 430 y su ancho totalde 50 m. Tiene cuatro pistas de asfalto: cinco hileras de jardines interiores: bancas de mármol de Carrara; faroles ornamentales y dos pabellones de servicios higiénicos en el subsuelo. Por su amplitud, trazo y ornamentación, es una de las mejores arterias interiores de Sudamérica. Fue inaugurada el 19 de Febrero de 1928. (José Barbagelata, Apuntes históricos sobre el desarrollo urbano de Lima).

Lima se desarrolla bajo un esquema radial basado en la instalación de ejes (el anillo de circunvalación interna y las grandes avenidas) que unen el núcleo histórico de Lima con centros extra-urbanos (Miraflores, Barranco, La Punta, Chorrillos). Lima adquirirá un perfil y formato a través del plan urbanístico de Piérola (1895-99) y las obras de gestión municipal del alcalde Federico Elguera (1901-08). El modelo es París. Leguía no significó una ruptura radical con este modelo de ciudad.
La Plaza 2 De Mayo, erigida en 1874 en homenaje a los participantes en el combate del mismo nombre.
Junto con sus edificios como el hospital Loayza, el de San Bartolomé o el Colegio Guadalupe, estuvo concebida como un paseo, a manera de bulevar, que seguía la traza de las antiguas murallas de la Ciudad de Los Reyes. Tenía cuatro “pistas” de ancho, faroles y unos baños públicos, a la altura de la cuadra 13, que hoy han desaparecido. Luego, encontramos al Hospital arzobispo Loayza (cuadra 8), inaugurado por el presidente Leguía el 11 de diciembre de 1924. De estilo neoclásico (similar al Palacio de Justicia), con reminiscencias del urbanismo francés de principios del siglo XX en su distribución interna, la obra fue diseñada por el conocido arquitecto Rafael Marquina. Frente al Hospital Loayza, apreciamos el actual edificio del Hospital Nacional Docente Madre-Niño. En 1924, se inauguró allí el Hospital Militar San Bartolomé, heredero del fundado en 1646 durante los años virreinales, y que luego se trasladaría, en 1956, a la avenida Brasil (hoy Hospital Militar); luego, entre 1956 y 1988, funcionó el antiguo Hospital de Enfermedades Neoplásicas.
En cruce de Alfonso Ugarte con la avenida Venezuela (cuadra 11) y nos topamos con el supermercado METRO que ocupa el mismo lugar que, desde finales de los sesenta y finales de los ochenta, ocupó el antiguo supermercado SCALA GIGANTE (durante los años cincuenta e inicios de los sesenta funcionó, en este mismo lugar, la planta de la General Motors. (José Orrego, 2008)
En la cuadra doce se encuentra el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe. llamado “Primer Colegio Nacional del Perú” que fue fundado en 1841 De estilo neoclásico, el bloque frontal se concluyó en 1909.
También se encuentra locales como la antigua penitenciaría llamada EL SEXTO, que fue construido alrededor de 1910-1915. Leguía lo convirtió en Comisaría del cuartel 6º, de ahí su nombre hasta la fecha.



Plano de Lima
Enciclopedia Ilustrada
Seguí, 1930




















Av. Alfonso Ugarte y
Jr. Quilca
















Visión de los años 30 de la Avenida Alfonso Ugarte y sus edificaciones de la misma época.




Remodelación de la Av. Alfonso Ugarte, cuadra 11, durante la gestión del alcalde Bedoya Reyes, 1969


Remodelación actual de la misma cuadra, gestión del alcalde Castañeda



IV. Conclusiones

El nivel de gestión propuesto por la Municipalidad de Lima para esta gran vía solo se concentra en el ensanchamiento de la misma. Si es verdad que la ciudad ha crecido y sigue creciendo desde su fundación, es necesaria la preocupación por viabilizar proyectos en esta zona que colaboren con el grave problema ambiental en cuanto a gases tóxicos y ruidos.
El Instituto Nacional de Cultura (INC) reconoció e incorporó en el 2001 al Sistema Nacional de Museos del Estado al Museo Gráfico El Peruano, mediante Resolución Directoral Nacional, suscrita por Enrique Gonzales Carré, director nacional del INC. De esta manera, se reconoció también el esfuerzo desplegado por Editora Perú –empresa que publica El Peruano–, que en los últimos años abrió seis recintos museográficos en diversas ciudades del país. Es necesario que esta gestión se mantenga, logrando reforzar y proyectar su radio de acción cultural a las zonas aledañas al museo. Se podría unir mediante estas buenas acciones todo el jirón Quilca en un conjunto cultural siempre y cuando la municipalidad trabaje también no solo en obras viales sino además en la protección y conservación de los bienes, la seguridad ciudadana y la promoción y difusión de las actividades educativas –sociales y culturales que acerquen a la comunidad a su patrimonio. Revalorar el conjunto edificado dictando normas y haciéndolas cumplir sobre las condiciones para la utilización de los espacios, normas de construcción y gestión de conservación de valores como el Hospital Loayza vecino de El Peruano.



V. Bibliografía

Barbagelata, José,(19 Apuntes históricos sobre el desarrollo urbano de Lima.
Bromley, Juan.(2005). Las viejas calles de Lima. Lima, Municipalidad de Lima
Pacheco Vélez,César, (1985) Memoria y Utopía de la Vieja Lima. Lima, Ed. De la avispa blanca.
Juan Luis Orrego.(2007) Por la Av. Alfonso Ugarte. www limasesenta.
Joan Feliu.(2006). La recuperación patrimonial de Lima. wwwpasosonline.org
http limavirreynal.blogspot.com Historia de la Lima virreynal.

Museo Gráfico "El Peruano", Resolución Directoral Nacional N° 823/INC, 8/10/01, privado, Lima



El Museo Gráfico El Peruano es un espacio indispensable para acercarse al proceso de producción del decano de la prensa nacional.El recorrido por sus instalaciones, en un ambiente acondicionado, se inicia con la reseña de Simón Bolívar periodista, una faceta poco conocida pero real del gran Libertador americano.Luego, las máquinas ubicadas adecuadamente, se aprecian el horno fundidor de plomo y sus barras, la máquina de linotipos y la de pruebas manual de rodillo.Más adelante, se observan las fornituras y armaduras de páginas, la máquina tituladora entre otras.En el centro del museo, la rotativa Vogma parece un gigante en reposo. Símbolo de El Peruano, y cuyo funcionamiento era cotidiano hace poco más de diez años.Legado histórico. Pero, el visitante no sólo puede apreciar el rico material tipográfico, sino también la colección de “capitulares” de El Peruano, tan variada durante sus 174 años de publicación continua; así como las portadas de distintos estilos –desde el siglo pasado– que se observan en la sección “El Peruano a través de la historia”.Completa la exposición una pequeña galería de fotos de los más reconocidos directores de El Peruano: Hipólito Unanue, Manuel Lorenzo Vidaurre, Felipe Pardo y Aliaga, Bartolomé Herrera, Benito Laso, Manuel Atanasio Fuentes, José Santos Chocano, Abraham Valdelomar y Abelardo Gamarra, entre otros..
SALAS BOLIVAR PERIODISTA
Son ambientes culturales implementados en locales ajenos a Editora Perú gracias a convenios suscritos con diversas instituciones del país. Se eligió a aquellas ciudades que tienen una relación directa con la famosa Ruta Bolívar, es decir, aquellas ciudades por las que pasó Bolívar durante su estadía en el Perú.








Por Santiago M. Basurco, ingeniero de Estado, doctor en Ciencias, 1904. Plano impreso en ocho colores, muy bien ejecutado, como todo lo que hacía este famoso ingeniero, proyectista del Colegio Guadalupe, la Facultad de Medicina de San Fernando y de las primeras cuadras de La Colmena, que como proyectos figura en esteplano, así como de la avenida Central que era una prolongación de la avenida Brasil, aquí llamada Piérola. De este plano se hicieron numerosas copias. (Archivo JGD).

domingo, 14 de junio de 2009